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"La obra sólo es obra cuando se convierte en la intimidad abierta de alguien que la escribe y alguien que la lee, el espacio violentamente desplegado por el enfrentamiento mutuo del poder de decir y el poder de oír". Maurice Blanchot

14.5.17

Presentación Edipo & violencia, de Luciano Lutereau

cuando se conversa con Luciano Lutereau sobre sus textos
sobre psicoanálisis o literatura
                               o sobre poesía
                               o sobre el chino del barrio que vende productos en ojotas y con medias
                               o sobre los hijos
                               o sobre lo que se está escribiendo

Luciano elige una palabra para reemplazar el término “interpretación”
Luciano dice “agarraste”

no dice entendiste
         o comprendiste
         o aprehendiste
         o interpretaste
         o racionalizaste
apenas nada

“agarraste”, dice Luciano
tomaste algo que querías agarrar
algo que pudiste
nunca todo

como el chico frente a la góndola de golosinas
manoteando alguna
sin saber muy bien por qué

a veces Luciano usa un sinónimo 
para no repetirse
entonces dice “pescaste”
sin decir “apenas”
como agrego yo

Luciano dice: “pescaste”
y yo pienso en un señor sentado en un bote
                    en el río Paraná
                    en los esteros
                    en el agua apenas moviéndose
apenas
la tarde cálida
                    en el leve oleaje de los contenidos
palabras
mensajes
teorías
contrateorías
puntos de vista
ideas
conceptos
definiciones
cosmovisiones del mundo y de la vida
clasificaciones
derivaciones de esas clasificaciones
un río, apenas
un río desbordante de conocimiento acumulado
una biblioteca de ciencias
de Babel
sus anaqueles abarrotados hundidos en el agua
distintas ideas de distintas ciencias
ideas echadas por tierra
quemadas
Babilonia
ideas evaporadas del río a causa de ideas mejores
posteriores
consensuadas
hegemónicas

pienso en el río del lenguaje
en todas las palabras ya escritas para decir algo importante
y el tipo en el bote con el medio mundo
o la caña
o la mano
o yo
leyendo este libro
tratando de pescar una idea
algo
lo que pueda

andar en los libros más serios de Luciano
como en sus notas de prensa
en sus diálogos generosos
–digo
andar en el psicoanálisis sin ser psicoanalista
leer
tratar de entender
googlear para entender
hacer que se entiende
es
como diría él, Luciano
“pescar algo”

y la pesca no es “apenas” la pesca
como minimizo yo

porque la pesca llena la panza

alimenta
se incorpora al cuerpo
salva el día

por eso es clave el uso
de ese verbo

porque no pesca la inteligencia
pesca el cuerpo
la mano
el brazo
la vista aguda
la propia necesidad


¿se pesca lo se puede o –quizá– lo que se quiere?
¿se pesca sólo lo que se necesita para comer?
¿se pesca de más?
¿de menos?
¿de casualidad?

los textos de Luciano deben bucearse
con o sin escafandra
con más o menos oxígeno en el tanque
con más o menos herramientas en la cubierta

es que lo dicho no flota en los textos de Luciano
lo dicho no desfila en la superficie del texto
fácil 
regalado
2 x 1
promocionado
6 cuotas sin interés
apenas expuesto para todos por igual
como mercancía de consumo masivo
que vende el chino en medias con ojotas
en Villa Crespo o en San Telmo


lo dicho flota y espera la mano
                                    la caña
                                    la red 
                                    la intención de pescar del pescador
que viene en la búsqueda con su carnada 
                                                su bagaje
                                                su bagre pescado en el balde

                                                su técnica para pescar
                                                su hambre
                                                su saciedad
                                                sus tripas tirando un concierto de ruidos
                                                                             más o menos urgentes


los textos de Luciano producen conocimiento sólo en la medida 
que haya pescadores

no replican teorías al amparo de otras voces que lo autoricen
no andan solos por el río
a la deriva
desnudos
conclusos
acabados

los textos de Luciano viajan incompletos
inclasificables
impenetrables, a veces, al lector distraído
haciendo caso omiso de la completud
haciendo gala de la imposibilidad de cerrar teorías
edificar sistemas teóricos infranqueables
sentenciar ideas definitivas


como dice la canción popular
de esa banda tan hermosamente nombrada
“Ella es tan cargosa” –como si supieran

como diría Luciano
citando las voces de la calle
que de verdad importan


“todo lo que es sólido termina evaporándose al sol”

agradecida –entonces
abrumada, por momentos
entre estas páginas no siempre simples
ávida de más conocimiento
leí a Luciano en este libro que va del Edipo
                                                 –o la conformación de una subjetividad–
a la violencia machofeminista
perdida en sus páginas encontré algunas respuestas
no siempre únicas
no siempre cerradas

no siempre las que él quiso exponer

los invito a bucear con los ojos abiertos abajo del agua
los invito a una pesca activa


Almagro, Buenos Aires, 14 de mayo de 2017




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