los otros días encontré por la Avenida Corrientes un libro de Rosa Chacel: Estación. Ida y vuelta. por lo visto la publicación es responsabilidad de Espasa Calpe, que reeditó este libro de "inocencia", como lo llama la propia autora, en España, en 1999. sé poco y leí casi nada de Rosa Chacel, así que me sumerjo en su novela con mucho más entusiasmo que el que logró despertar en mí la nueva ganadora del premio novel; Alice Munro. me pregunto qué edición habrá encontrado Mario Levrero de este libro citado por él. ¿habrá leído la que Chl trabajó con Julio Gómez de la Serna, para Editorial Ulises? leo el prólogo y enseguida me siento en familia. la influencia es notable. las palabras del viejo están escritas con otras palabras, pero son las mismas y son previas. la primera edición de este libro es de 1930 y fue escrito en Roma, en el invierno que vio finalizar al año 1925 y dio comienzo al 26. Chacel tenía poco más de 30 años, estaba recién casada, leía y copiaba a Dostoyevski. Levrero la leyó más tarde, probablemente haya leído esta misma edición que tengo en mi escritorio, de 1999, considerando que el año en que ganó la beca Guggenheim fue justamente el siguiente, año que dedicó íntegramente a producir el extenso Diario de la Beca, que antecede y da sentido a La Novela Luminosa.
Estación... es un libro de entreguerras, signado por la violencia y el dolor, entre otros males. Chacel concibe el conflicto, y todas sus aristas, en la mente de un hombre. -en su primera novela escribe en primera persona y es un hombre- anotá. pero además Chl piensa y narra un triángulo amoroso sin abusar del yo. dice en el prólogo: "Suspenda, por tanto, el lector no sólo su memoria, sino su dolor de corazón, si quiere imaginar y comprender corazones que apenas barruntaban la deshumanización del arte". Chacel está en Roma, la Primera Guerra acaba de terminar, su generación arrastra cierto rechazo por la literatura del Siglo XIX, de ese "odio" surge este libro, de ese "olvido adrede" surgen, más tarde, unos cuantos párrafos levrerianos.