Soñé que estaba adentro de un juego de ingenio. Uno de esos aparatitos en los que el objetivo es adivinar la forma en que una parte mínima se desengancha del resto. A veces es un fierrito doblado en forma de corazón o de flecha. Otras veces es una bolita encerrada entre alambres coloridos, o un tamborcito de madera con un cordón atado. Eso era yo. Algo así como una parte del juego queriendo desengancharse del laberinto de posibilidades que sólo presenta una opción para desandar el camino y librarse de los fierros retorcidos. La estructura era gigante. Yo recorría los caminos y nunca encontraba la salida. En uno de los intentos, cuando me hallaba desahuciada en unos de los pasillos que me había conducido a un nuevo atasco, alguien me acercaba un celular. Me avisaban que ma mere había muerto. No podía salir. No podía llorar.
.
"La obra sólo es obra cuando se convierte en la intimidad abierta de alguien que la escribe y alguien que la lee, el espacio violentamente desplegado por el enfrentamiento mutuo del poder de decir y el poder de oír". Maurice Blanchot
3.5.14
La luz
La luz en la cara
como un campo hermético
magnético
que nadie puede decodificar
la caricia de Luciano sobre su cara
de ella
el libro de Asis en tu cartera
dos dedicatorias
un poeta
que habla de tu poesía religiosa
los twitts / afuera / de otros
la conversación que no tuviste
la discusión de anoche
los libros
que vas a tener que leer
como un campo hermético
magnético
que nadie puede decodificar
la caricia de Luciano sobre su cara
de ella
el libro de Asis en tu cartera
dos dedicatorias
un poeta
que habla de tu poesía religiosa
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la conversación que no tuviste
la discusión de anoche
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