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"La obra sólo es obra cuando se convierte en la intimidad abierta de alguien que la escribe y alguien que la lee, el espacio violentamente desplegado por el enfrentamiento mutuo del poder de decir y el poder de oír". Maurice Blanchot

21.2.12

qué hacés con una señora 
que se suma a la energía de unos jóvenes que carretean 
que se escribe la vida, tiene un río,
en las venas y ni se entera.
lo mínimo que hacés es leerla con lupa
compartirla
pedir que se la lea.
Alicia Digón no es una Promesa
es un Secreto bien guardado.
el secreto de unos pocos.




Promesa Argentina
Alicia Digón
Cada vez que entra a la cancha, sus rivales tiemblan. Pierden por paliza. Promesa, quince años, su entrenador-sponsor, cuarenta y dos. Colombiano. Tiene un diente de oro. Siempre le dice que ella no debe hacer el amor con nadie para no perder energía. “Una tenista no debe” le dice y Promesa lo mira y desvía la vista por la ventanilla. Ese día venían por Panamericana luego de un nacional clasificatorio para Roland Garrós. Él la miró, y aunque sabía el resultado preguntó:
-¿Cómo perdiste?-
-Seis cero, seis cero- contestó Promesa, y como siempre miró hacia afuera. Un movimiento reflejo hizo que apretara la pinza de depilar en su pubis. En el vestuario esa tarde se la pasaron entre todas. .Sintió el líquido caliente y viscoso en su mano y miró al hombre con terror. Él se masturbaba delante de ella y se hacía pasar la lengua mientras la excitaba sólo un poco. La energía es pegar un drive invertido con fuerza a las líneas. El mejor golpe de Promesa era ese. A contrapié de la rival. Ese día le fallaron todos los intentos.
Él dijo:
-¿Qué te paso?-
-No sé- dijo Promesa y hundió la punta de la pinza en su pubis. Él la miró y en el descuido se fue contra el guard rail de Panamericana. Se abrió la puerta y Promesa vio al camión venirse de frente. Un cargamento de naranjas  amarillas como las pelotitas de tenis. Las pelotitas y las frutas rodando. El tránsito se detuvo. La mujer del Ford ka gritaba desde la ventanilla de su auto detenido: ese tipo le pegó a la hija, yo los vi. El agente la detuvo por gritar como una loca en medio de tanto barullo.

antes