Klimt le pusimos
pero es del vecino
un poco nuestro
de todo el barrio.
Male lo llama
lo carga en brazos
la cara exultante
me arranca una sonrisa.
con qué poco a los 9
se puede ser feliz
con algo que no es
propiedad privada
con las rayitas negras
del lomo hasta la cola
sin raza, sin razón
sin nombre hasta recién
con los bigotes blancos
que sólo ven sus ojos
limpios ojos miel
de mi chiquita enorme
que se sienta en el sofá
lo carga en brazos, dice
ma, escribile algo
al gato del vecino.