a veces sólo sostienen unos días
y se desintegran después de la lluvia
uno cree que puede evitar la tristeza
hasta que se hunde en ella
la cabeza es un déspota que no sabe consensuar
no vi más que un frasco de berenjenas
y la casa vacía
rebotando el eco de mi silencio
sé lo que quiero y que nada depende de mí
sé también lo que no quiero
y cada uno de mis límites
antes de acostarme saludé a la desilusión
ya no rezo por las noches y en las mañanas
dejo la cama sin hacer
pero no me pidas que haga
como si me diera lo mismo
que estés o que no estés
soy la arena por el piso de mis paredes
me dejo evaporar por el viento
y me vuelvo inmaterial
faltame pero no me dejes sola
anotá
faltame pero no me dejes sola