una tarde mi hermano
o podría haber sido mi primo
comenzó a desfallecer por un poco de Coca Cola
pedía, reclamaba, lloriqueaba
por un vasito nada más
madre le explicó
le volvió a explicar
y al final de las explicaciones
empezó de nuevo
visto que hermano no acababa
madre inventó argumentos buenos
y terminó en infernales despliegues expositivos
que rozaban el verosimil del fantástico
finalmente cruzó a lo de Graciela
compró el botellón familiar
y obligó a mi hermano a terminar los dos litros y cuarto.
no entiendo cómo no hizo lo mismo con mi deseo sexual.