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"La obra sólo es obra cuando se convierte en la intimidad abierta de alguien que la escribe y alguien que la lee, el espacio violentamente desplegado por el enfrentamiento mutuo del poder de decir y el poder de oír". Maurice Blanchot

20.2.17

“Junio 23, 1994. Odense, Dinamarca.


Feliz cumpleaños Princesa,
Nos hacemos viejos y nos acostumbramos el uno al otro. Pensamos parecido. Nos leemos la mente. Sabemos qué quiere el otro sin preguntarlo. A veces, nos irritamos un poco el uno al otro. Tal vez, a veces nos damos por sentado.
Pero hay ocasiones, de vez en cuando, como hoy que lo medito, me doy cuenta de la suerte que tengo por compartir mi vida con la mujer más extraordinaria que he conocido. Todavía me fascinas y me inspiras. Me influyes para mejorar. Eres lo que deseo, la razón número uno en la tierra para mi existencia. Te amo tanto.
Feliz cumpleaños, princesa. John”.

se es
con el otro
se es
sin escenas
sin represiones
sin contemplaciones

se es
cómodamente
se acomoda
el-otro-a-uno-al-otro-se
escribe el otro
uno



no caen las hojas de los árboles en otoño
y los días de lluvia me sonríen
ya ni sé qué era eso
de la soledad constante

ahora amanece a cualquier hora
y las plantas crecen sin vergüenza
es raro, pero las palabras tristes
no son las primeras que pienso

se encadenan claros los sentidos

claridad
tu boca
la noche

bicis
miel
alcoholes

discos
tierra
hormigas

ya no le temo a la hora en que te vas
ni sufro tus ausencias
de a poco nos acoplamos juntos
a la extraña forma de estos días




18.2.17

mi fuego no sabe contemplar
quema el bosque
             el lago
apabulla a los lobos
y me distrae

a veces olvido que estoy ardiendo
y escribo ideas en papeles
o las tallo en las cortezas de los árboles
para no olvidar

mi fuego me abraza y me quema
yo lo dejo y lo rechazo
como decía Meschonnic
porque soy esa zarza

14.2.17

no temo al desamor
tanto
como a la desilusión

9.2.17

no sé si podría vivir
estos años del país desmoronándose
si mi corazón no estuviera
muerto por vos
si las mañanas todavía fueran de los diarios
en lugar de para respirarte

cuando estoy en tu cama el día
se parece a otra cosa
me como el mundo llena de vos
puedo avanzar hasta sabiendo
que no valemos nada
puedo despertarme
besarte hasta que se acabe el tiempo
hacer los mates
planificar más libros
empujar el cuerpo al matadero

puedo hasta leer lo que pasa
sin dejar que me afecte demasiado
amordazando la angustia de saber
                                           / siempre saber /
que la injusticia es inevitable

pero vos estás ahí
aunque los escombros caigan
y las balas peguen cerca
está tu cuerpo haciéndose
oler por mi lengua
metido en mis orificios
calándome tan hondo

si todavía vamos a morir
como en Malvinas
voy a necesitar tu abrazo
apretando mi cuerpo
                      con fuerza

lo único que salva al mundo
es que dos se encuentren
Marguerite lo dijo más lindo:
"Hiroshima mon amour".

6.2.17

sin lo áspero nada sería
resbaladizo
                grácil
                        mantecoso
o de humedísima suavidad

sin rugosidades no habría
superficies de plana perfección
blancos impolutos de baches
                               libres de montículos

sin vacíos no habría saciedad
momentos de almas colmadas
que se sientan henchidas de lo que estalla
los limites de la piel

sin ausencia tu presencia
sería apenas tu visita
vernos
estar
un compromiso
de matrimonio que cumple ordenanzas

sin noche el día no tendría
                            el brillo de esta mañana
el corazón al palo en la bici
                            y la música perfecta

sin silencios no habría ritmos
sin vos no existiría
ese deseo de que estés al mil porciento 
entero
        íntegramente conmigo
adentro mío 
en mí

sin fuerza no hubiera vuelto a ser
lo frágil
lo dulce
lo permeable
lo susceptible de vos
                       ni hubiera vuelto
a ser capaz de amar

5.2.17

me diste los programas del museo
y una bolsa de papel
pensé en el recuerdo
en la materia intentando retener el tiempo
como si pudiera
imaginé el olvido como forma de vida
estar en presente es no adelantarse
pero también no recordar
no estar atado a lo que pasó
por más hermoso que haya sido

pero, ¿puedo vivir sin recodar?
olvidar sí, de hecho lo hago todo el tiempo para sobrevivir
pero, ¿puedo vivir sin recordar lo que pasó?

el abrazo
la siesta
huir del restaurant
caminar con la lluvia conteniéndose
                                   esperándonos
la emoción de ver ese Picasso
del beso entre la gente
los vecinos quejándose por wasapp
la vergüenza del encuentro con ella

las historias reales, como en la ficción
se cuentan solas
se precipita el nudo para que por fin culmine 
la introducción

¿querés que te regale un Picasso? –me dijiste.
con un pijaso estoy.

4.2.17

las cosas que nos hacen felices vienen
a acotar a las cosas que hacemos bien

antes