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"La obra sólo es obra cuando se convierte en la intimidad abierta de alguien que la escribe y alguien que la lee, el espacio violentamente desplegado por el enfrentamiento mutuo del poder de decir y el poder de oír". Maurice Blanchot

15.2.16

#Insistir

Religar, lijar, dejar, lo que vale, sacar todo lo que sobra, lo que perturba, lo que ata, lo seguro, lo cómodo, lo idealizado. Hacer una familia centrada en el deseo. Dar curso a las pulsiones serias. Escribir líneas que irán a libros, más tarde. Unir las líneas, los puntos  nodos a lo largo de la vida. Soñar todas las noches, forzar los sueños, forzar el trabajo a conciencia, el estado de erotismo. Reírse de los relajados que sólo reciben inspiración.  Reírse más. todos los días. Lavar ropa, tu ropa, la de tus hijos, colgar tu ropa, amar, las dificultades de todos los días. Abrazar los problemas como dibujos del texto que se va armando en la cabeza para después ser, solo, afuera. Escribir cartas, contestar mails como si fueran a estampillarse y viajar en avión o en barco a ciudades lejanas. Confiar en el poder único de la originalidad que le es propia al mapa del deseo. Insistir, insistir, insistir.

12.2.16

Otra lista

Formas en las que Joyce nombraba a Nora.
Pequeña Nora iracunda.
Mia cara Nora.
Querida y pequeña butterfly.
Mi querida lindos zapatitos marrones.
Pequeña y querida muchacha extraña.
Mi amor.
Mi iracunda Nora.
Carissima.
Mi querida cabecita castaña.
Mi querida Nora ingenua, sensible, de voz profunda.
Querida, querida Nora mía.
Mi Nora pobre y solitaria.
Querida mía.
¡Noretta mía!
Preciosa mía.
Amor mío.
Pequeña Nora mía.
Dulce amor.
Muchachita sucia.
Queridísima Nora.
Cariño.
Mi querida y huidiza Nora.
Pequeña, querida y leal Nora.
Mi hermosa flor silvestre de los setos.
Mi flor azul oscuro empapada por la lluvia.
Mi pícara colegiala de ojos dulces.
Mi dulce putita Nora.
Mi fiel querida.
Mi querida muchacha de convento.
Pequeña pícara depravada.
Dulce niña querida.
Mi pequeña Nora pedorra, mi sucia pajarita cogedora.

10.2.16

Ciervo en flor

#militanciaFallida

Entre los cadáveres de la reforma, recién, apareció una caja que armé hace unos seis años. Mi intención era juntar llaves que irían a fundirse en el monumento a la mujer originaria. Más que un gesto militante, la recolección de llaves se materializó en un reservóreo de recuerdos de mudanzas varias e imposibilidades millones que quedó olvidado entre un mueble y una pared. ¿Quién querrá las 268 llaves que ya no abren ninguna puerta?- me pregunté. ¿Dónde irán a parar, después de ésto esas paletas desdentadas, mariposas de cobre, alas fijas a un eje del mismo material? ¿Son más fuertes las llaves si las dejo en su montaña, custodiadas de otras llaves con igual destino, o seguirán estando indefensas todas juntas? ¿Son mías esas llaves que otros imaginaron parte de un monumento? Entre las llaves hay un pico de gas, la manecilla de un grifo y partes de más de una cerradura. También hay llaves oxidadas y, ya se sabe, el óxido es la piel de la melancolía. Hay llaves marca Travex, muescas, pestillos, pequeñísimas llaves de candados y de cajones de oficinas. Metáforas de olvidos, pérdidas, portazos que terminaron en divorcios. Las llaves podrían ser palabras, también, pensé. Palabras o historias breves, cada una de ellas, y sus obvias confusiones. En mi cartera está la llave de una amiga que me pidió alimentara a su gato mientras está de vacaciones. En mi memoria hay decenas de anécdotas de llaves extraviadas y problemas con cerrajeros. Las llaves sin dueño son gritos explícitos de otras llaves buscadas, deseadas, escondidas, robadas por carteristas y rateros. Llaves extraídas del fluir de la vida por los inconscientes reprimidos. Las llaves son restos óseos de historias que fallaron y se resisten al paso del tiempo. O al olvido. También podrían ser la invitación a un juego sin más premio que la alegría en el pecho de que algo se abre, o se destraba. Un viaje a Bariloche en 1992. Soldán saltando y la cámara con rueditas encuadrando la pila de pibas en el piso, con sus jumpers arrastrados hasta desvestirlas. Llaves dobladas. Llaves rotas. Llaves que abren nuevas posibilidades o que buscan en cerraduras equivocadas. Ya ves, Leticia. Hay algo ahí.

#NarrarLoExtraño

Narrar lo extraño de 2016.
Comienzo: Jueves 7 de Abril
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Pago anticipado con descuento

#novela

El gusto, (Pánico el Pánico de 2012)
$ 150
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#LeónidasEscudero

Hoy, 10 de febrero de 2016, se fue Leónidas Escudero. Sabía que, más acá más allá, iba a terminar donde vamos a terminar todos.



LO INESCRUTABLE

Si usted toma la punta de un conocimiento
y empieza a tirar el hilo
va a sacar una sombra.

Es tremendo y espanta,
porque si todo está unido a todo
uno piensa extraer un pez gordo
y termina vencido con la boca gusto a nada.

Mi caso es el de siempre, siempre el mismo.
Ya no puedo callar y más tranquilo
vivir sino que indago e inmerecidamente
caigo en la oscuridad.

Tras el fuego sagrado a si pellizco
me levanto alta noche y sigiloso
pongo la caña de pescar en vano.

Sin embargo insisto.

antes