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"La obra sólo es obra cuando se convierte en la intimidad abierta de alguien que la escribe y alguien que la lee, el espacio violentamente desplegado por el enfrentamiento mutuo del poder de decir y el poder de oír". Maurice Blanchot

31.1.14

El par de aros

Me compro un par de aros de esos grandes, colgantes, que te llegan casi a los hombros; todo de un metal color plata oscuro, con tres colgantitos en forma de pluma y tres mostacillas negras. Deben ser chinos, pienso, porque no pesan nada. Están engarzados con una cadenita que hace un ruido sencillo y dulce cuando camino. Estoy feliz con mi par de aros nuevos. Me los estreno para venir al trabajo. No espero una ocasión especial, para qué. Me recojo el cabello y no me pongo anillos ni collares para no opacar el protagonismo de mis aros. Todos notan que tengo "algo". Eso me dicen. Se ríen de mis aaccesorios raros cada día.  No hoy, de este par de aros, enorme y puntual, se ríen en general, las chicas, los mozos, mi jefe, de mi ropa nada formal, de mis frases descolocadas, y de los gestos obscenos que fabrico en público cuando me enojo.
*
Vuelvo a casa sin uno de mis aros. Me gustaría contar que lo perdí en una cita agitada, en una vuelta de montaña rusa o en una ocasión osada, peligrosa, pero no registro en qué momento de mi día sedentario de oficina lo perdí.
*
Por la mañana decido ponerme el aro huerfanito. No me importa que se vea la ausencia de su compañero. ¿Por qué tengo que mostrarme equilibrada en aros? Subo a un bondi, hago un trámite, subo a un subte y por fin me siento. Un tipo ingresa al vagón con un piano, lo arma y ejecuta el Himno Nacional. No hay aire acondicionado, ni del otro. Una nena saca una factura de una bolsa. Veo el  copete de dulce de leche que tiene encima. La nena come con ganas. Cuando el tren llega a la terminal dejo que el vagón se desocupe, no me muevo de mi lugar. La nena a mi lado, tampoco. Finalmente, cuando ya no quedan pasajeros, junto coraje, me pongo de pie y camino hacia la puerta. Cuando estoy bajando, por alguna razón que desconozco, escucho una voz que me llama. "Señora, señora". La nena me hace señas con el dedo sucio de dulce de leche, que después se lo chupa. El dedo indica algo brillante en el asiento. Estoy por decirle "¿a mí?", pero es obvio que me habla a mí, porque no queda otra persona en el vagón.
*
Un aro brilla en el asiento. Un aro de color plata oscura y piedritas negras engarsadas por una cadenita que cuelga hacia abajo. No es completamente igual al aro que tengo puesto, pero ¿por qué habría de ser igual un par de aros que me guste usar? 
Voy a escribir mi muerte. Pero los voy a engañar inventando un personaje.
Estaba segura de escribir esta idea. Vine acá, dejé todo, abrí la entrada del Blog, "error 404". Insistí, lo logré, tipié una línea sobre la tensión, lo que se armó invisible, no más que una presencia muda, distante, sincera. Borré lo que seguía, volví a tipiar. Todos es cursi hoy, todo se enmantecó y resbala feo, se cae, se fagocita a sí mismo. Anulo la entrada y me quedo con el sabor amargo. Pienso en algunas cosas que leí. ¿A dónde van los favs que no te doy? 

23.1.14

tres adjetivos para cada sustantivo y detener la frase en un pensamiento interno que descomprima la idea.

22.1.14

Un poema no debiera ser 
otra cosa que un instante capturado 
                             por las palabras
la versión escrita de una foto casual
                                                     espontánea
                                                                     luminosa.

13.1.14

Barriletes cósmicos

Los barriletes cósmicos le pusieron música al último poema de Breviario que transcribo a continuación.

que pase (postfacio)


que el tiempo es tirano
que lo destruye casi todo
que juega a envejecernos
                a arrugarnos
    a desgastarnos
que si es pasado fue mejor
que no para
que es dinero
que su transcurrir nos acerca a la muerte
                                                   
¿qué más van a decir del tiempo para hacerle mala prensa
fama de diablo
                                                   para vendernos la juventud eterna
                                                                            la inexperiencia como virtud?

¿para qué la holliwoodeada de que si pasa algo importante el tiempo se detiene?

cuentito de hadas
la bella durmiente
la gran Walt Disney congelado.

si es tan al revés
el tiempo 
                pasa en lo trascendente
                pasa y eso es lo bueno
                                                  que pase
                                                  que no deje de pasar
el tiempo bosque es el problema
la mirada sobre el devenir
no así el tiempo árbol
             infinito
             el instante-ya de Lispector
             el tiempo del ser deseando
no importa donde te lleve, el segundo
que te separa del instante anterior
mientras camina hacia el instante siguiente
te limpia de todo
                        mientrastanto
se lleva la mugre con él
                                   y cicatriza
tiempo algodón en alcohol
                                        embebido
saca el dolor pasado
seca
de cara al dolor que todavía no pasó
y aunque te deje la marca para siempre
en cada caso el tiempo cura
no es una goma de borrar pero aminora 
aliviana y tiene memoria.




8.1.14

#poemaDelAlgoritmo

chipiame toda, baby
hackeame la cabeza
                el pelo
                las costillas
crackeame en cráneo
craquelame las uñas
desbloqueame el imei
                       el imen
                       el iman
¿no ves que no puedo con tu atracción?
me empujo sola en tu ruta
positivo - negativo
te cruzo en cada tramo de la red
soy tu partícula subatómica
el electrón de signo menos
tu carga eléctrica elemental

¿no ves que me enredo en tus posteos?
me engancho entre tus links
como la media de nylon en la silla
como el llamado telefónico
          en el espectro radioeléctrico
soy tu anzuelo
                    abrí la boca
¿no te copa ser mi pez?
me quedo pegada, te prometo
me clavo en tu paladar
tiro con vos y nos morimos juntos
yo atravesándote la mandíbula
al costado de la orilla
en el cemento gris de la línea costanera.


5.1.14

#5 de enero

Soy el motor de esta casa. La llave que no enciendo permanece apagada. Los hilos que no muevo quedan quietos, los regalos que no compro dejan de existir. Soy un motor fallido, los reyes magos que no vendrán, el vómito permanente de pensamientos infructuosos, una madre intermitente, la no-mujer, en general, trabajadora a destajo, docente del error. Soy la escritora ensangrentada que quiere arrasar con la fatídica tradición, la bastante tibia, la eterna ingenua, la que gusta de la víctima, una chica lenta, lúcida de vez en cuando, rápida para responder e igual de rápida para el compromiso sinsentido. Soy la armadora de grupos, la ilusa, la afectada, la mala cocinera apasionada en las discusiones, peleadora, terca, calentona. Soy la ansiedad de no se sabe muy bien qué, la fácil de convencer, la asmática que se curó corriendo maratones, la nadadora neutral, la aventurera de otro cuerpo. Soy un llanto contenido, un ser competitivo, un alma inquieta, curiosa, insatisfecha, la vencedora de tres batallas, perdedora de otras quinientas. Soy la que a los treinta aprendió a manejar contra todos los pronósticos, sola, sin auto ni autorizaciones. La que no termina de arrancarse. La que se adapta sin problemas. La que dice: "sí", sufre el "no", ama los helados y los asados. La bebedora del abuelo José Luis. La trompita de la abuela Josefina. La que pone el despertador por las noches y acciona la palanca en las mañanas. La que se enoja y se propone los atajos. La que no da tregua a la nostalgia. La que reordena la biblioteca los domingos, cambia los libros de lugar, lee hasta donde quiere lo que quiere. Soy la que escribe menos de lo que pretende escribir. La que corrige en demasía. La neurótica obsesiva que teme todavía al "qué dirán". Soy una taza de azúcar y sal en iguales proporciones, una extensa gama de grises, un elástico paciente de metas infranqueables. Soy bastante estúpida, bastante inteligente. La que odia el veganismo, el feminismo, el machismo, el catolicismo, el judaísmo y cada uno de todos los "ismos" que vayan a aparecer. Soy la que lee, la que "va a", la que propone, la que imagina desde que tiene uso de razón, la que cree en el empeño pese a probar que no sirve para nada. La que puso la lengua en el más allá. La que ama a Platón, platónicamente, a Marte, a Venus, a Júpiter, siempre, y en menor medida que al sol. La que escribe mientras tiene un deja bu. La borgeana. La profunda que quiere levitar. La infatigable. La intangible. La que se arrastra para ser de cuerpo. La que come para no volar. Soy la que soy, la única y todas las que puedo ser, la estela de una tragedia, la hija de la que no se deja, la nena del que mira la tele ensimismado. La madre del amor. El cuerpo de un espíritu indomable que no cabe en esta carne y se desborda, sobra, no se deja contener. Soy la que espera y equivocadamente cree en historias de otro siglo. 

4.1.14

14 propuestas para 2014

4 de enero

Leo el post de @angulita y dejo testimonio por escrito de mis siempre exagerados objetivos de máxima: 

1.
Voy a dejar atrás la idea ingenua y estúpida del aguinaldo, las vacaciones pagas y la putamierda jubilación docente para poner toda mi energía en el taller #cadaDía, que este año voy a dictar en el CEC.

2.
Voy a terminar mi novela "Barbarie".

3.
Voy a corregir y presentar en la universidad la investigación sobre revistas digitales que escribí en 2013. #buuu corregir.

4.
Voy a salir del closet con Las Claudias.

5.
Voy a reunir todos mis poemitas titulados #voyA para estudiar ese material y ver qué mierda se puede hacer con eso.

6.
Voy a perseguir mi "Diario de enjulio" para buscarle un destino.

7.
Voy a nadar dos o tres veces por semana.

8.
Voy a dejar definitivamente la publicidad para ocuparme sólo de la crítica, la docencia y la prensa.

9.
Voy a bajar tres o cuatro kilos de grasa mientras voy adelgazando El Aleph de Borges.

10.
Voy a salir de la ciudad todas las veces que pueda.

11.
Voy a escribirle un poema al traqueteo del tren.

12.
Voy a leer Interrupciones de Mario Levrero y La libertad total de Katchadjian antes de que termine febrero.

13.
Voy a trabajar más por Revista Tónica y menos por Zuckemberg.

14.
Voy dejar pasar, soltar, tomar lo que venga, no imprimir esfuerzos innecesarios en demasía, cerrar la boca toda vez que sea posible, escuchar con más atención, leer todo lo que me alcance el deseo, decir por escrito aquello que sea capaz de no callar.




2.1.14

#3, 2, 1...

Arranca 2014.
Desde este año haré la excepción de incluir las mayúsculas en todo caso que corresponda.
Buen año para todos!!!

antes